Serie de Devocionales de 40 días
Bienvenidos a estos nuevos 40 días que estamos llamando “Camino al Santísimo”.
Te invitamos a un encuentro más profundo con Dios. Comenzamos un período de búsqueda, una excusa para que nos sentemos delante de Dios, reflexionemos y oremos cada día.
Es un viaje para meternos en la presencia de Dios. Estamos de camino; la Palabra dice que somos peregrinos y extranjeros, y en esos viajes vamos directo al Santísimo.
Estos días son para mirar el río de Dios. En Ezequiel 47, Dios le muestra al profeta que de Su casa sale un río. Podemos relacionarnos con Dios de diferentes maneras; el río está siempre disponible. Hasta dónde me meto, es una decisión nuestra.
Ezequiel se mete al río y descubre que el agua puede llegar hasta los tobillos, las rodillas, los hombros, y que hay una profundidad incontrolable, donde hay que nadar y sumergirse. En las orillas de este río hay todo tipo de árboles, porque la presencia de Dios provoca frutos, renueva y da vida.
Día 1: Camino al Santísimo
Pasaje: Isaías 6:8 “Entonces oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí!”
Reflexión: Isaías, tras experimentar la presencia de Dios y ser limpiado, responde con entrega total. A pesar de sus limitaciones, decide ponerse a disposición del Señor. La limpieza diaria y la entrega constante son esenciales en nuestro caminar con Cristo.
Oración:
Señor, aquí estoy, soy tuyo. Me pongo en tus manos y declaro que eres mi Señor. Esta semana quiero entregar cada parte de mi cuerpo en consagración y servicio a Ti.
Acción:
Hay un trono en nuestro corazón. Quien se sienta en él gobernará nuestra vida. Toma una hoja y escribe las áreas de tu vida donde todavía hay lucha y entrégalas a Dios.
Día 2: Mis Ojos
Pasaje: Mateo 6:22 “La lámpara del cuerpo es el ojo. Cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.”
Reflexión: Desde el Edén, la mirada ha sido un factor determinante en nuestras decisiones. Lo que miramos puede edificar o destruir. Debemos fijar nuestros ojos en Dios.
Oración:
Señor, consagro mis ojos y mi visión. Abre mis ojos espirituales para que pueda poner mi mirada en Ti en todo momento.
Acción:
Descarta todo aquello que no edifica en tu vida. Si hay algo nocivo en tu hogar, elimínalo y dedícate a lo que alimenta tu alma.
Día 3: Mis Oídos
Pasaje: Salmo 85:8 “Escucharé lo que hable Jehová Dios; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se vuelvan a la locura.”
Reflexión: A quién prestamos atención influye en nuestra vida. Escuchar a Dios nos llena de paz y dirección.
Oración:
Señor, deseo intimidad contigo. Abre mis oídos a Tu voz y descarta lo que destruye.
Acción:
Dedica 20 minutos solo para adorar a Dios sin pedir nada. Llena tus oídos de Su Palabra.
Continúa cada día con un enfoque en diferentes áreas de tu vida, permitiendo que Dios tome el control absoluto. Puedes seguir esta seria descargando el documento: